lunes, 20 de abril de 2020

El coronavirus y la cuarentena, un descanso permitido.



Vivimos a prisa, sin descanso queriendo consumir el mundo sin darnos cuenta que el mundo del consumismo nos consume a nosotros. No nos permitimos pausas porque ni la sociedad ni nosotros lo perciben correcto.

Hay que crecer, conocer y aprender todo el tiempo sin descanso. Todo, enfocado a crear riqueza económica. Hoy, muchos, no todos, tenemos el permiso de descansar obligatoriamente y por primera vez la sociedad no lo ve mal, por primera vez nos exigen parar y no sabemos qué hacer, es un alto obligatorio a la carrera de la rata (como diría Kiyosaki), un paro de emergencia que nos hace mirarnos a nosotros mismos, hecho que postergamos cada minuto porque “no hay tiempo” y ahora lo hay de sobra.

Estamos frente al momento que marcará a nuestra generación. Esto no pasará y se olvidará como un momento más, estamos viviendo historia, dice Angela Merkel que la sociedad alemana está delante de: “el mayor desafío de Alemania desde la Segunda Guerra mundial”, así lo ve la sociedad europea. Para el resto del mundo, no es la excepción.

No tengo tiempo. Es la mejor excusa que tenemos para todo. Hoy lo hay, lo tenemos de sobra. ¿Qué vamos a hacer?