Vivimos a prisa, sin descanso
queriendo consumir el mundo sin darnos cuenta que el mundo del consumismo nos
consume a nosotros. No nos permitimos pausas porque ni la sociedad ni nosotros
lo perciben correcto.
Hay que crecer, conocer y
aprender todo el tiempo sin descanso. Todo, enfocado a crear riqueza económica.
Hoy, muchos, no todos, tenemos el permiso de descansar obligatoriamente y por
primera vez la sociedad no lo ve mal, por primera vez nos exigen parar y no
sabemos qué hacer, es un alto obligatorio a la carrera de la rata (como diría
Kiyosaki), un paro de emergencia que nos hace mirarnos a nosotros mismos, hecho
que postergamos cada minuto porque “no hay tiempo” y ahora lo hay de sobra.
Estamos frente al momento que
marcará a nuestra generación. Esto no pasará y se olvidará como un momento más,
estamos viviendo historia, dice Angela Merkel que la sociedad alemana está
delante de: “el mayor desafío de Alemania desde la Segunda Guerra mundial”, así
lo ve la sociedad europea. Para el resto del mundo, no es la excepción.
No tengo tiempo. Es la mejor
excusa que tenemos para todo. Hoy lo hay, lo tenemos de sobra. ¿Qué vamos a
hacer?